Las Cuevas de Batu se alzan como una fortaleza natural: empinados acantilados de piedra caliza que ocultan en su interior cavernas bordeadas de templos. Es más que un lugar religioso; es una mezcla de geología, biodiversidad y tradición viva. Estas cuevas están excavadas en una colina de 400 millones de años de antigüedad, y albergan especies raras y santuarios sagrados. En la base, encontrarás una de las estatuas hindúes más altas del mundo; en la cima, una caverna que parece una catedral. Tanto si vienes a rezar, a fotografiar o por pura curiosidad, las Cuevas de Batu tienen capas que merece la pena explorar. He aquí algunos hechos fascinantes que ayudan a explicar por qué sigue sorprendiendo, inspirando y atrayendo a millones de personas cada año.