La subida por la escalinata de las Cuevas de Batu es una parte esencial de la visita, un ascenso físico que también te prepara para la experiencia espiritual y cultural que se vive en el interior de la Cueva del Templo. Con 272 peldaños pintados con los vivos colores del arco iris, la escalera se ha convertido en uno de los elementos visuales más reconocibles de Malasia. Pero hay algo más que una simple sesión fotográfica. Esto es lo que debes saber sobre los escalones, desde su historia hasta lo que te encontrarás al subir.
Originalmente, no había escalones formales: los devotos tenían que trepar por la ladera. En 1920 se construyeron escalones de madera para facilitar el acceso, sobre todo a los peregrinos durante el Thaipusam. En la década de 1930 se sustituyeron por escalones de hormigón debido al desgaste y al clima tropical. En 1940, ya existía la estructura de 272 escalones que vemos hoy.
En 2018, los escalones se pintaron con los colores del arco iris como parte de un esfuerzo más amplio por embellecer y modernizar el lugar. El cambio suscitó reacciones encontradas: algunos acogieron con satisfacción el nuevo aspecto, otros se preguntaron si chocaba con el carácter religioso del lugar. En cualquier caso, el color se ha mantenido y se ha convertido en parte de la identidad de Batu Caves.
En 2024, las autoridades del templo anunciaron un nuevo proyecto de accesibilidad: una escalera mecánica que se instalaría junto a las escaleras. Todavía no está en funcionamiento, pero una vez terminado, ofrecerá una forma más inclusiva de llegar a la Cueva del Templo, especialmente para los visitantes de edad avanzada o con problemas de movilidad. Se espera que la construcción comience después del Thaipusam de 2024.
Hay 272 escalones que conducen a la Cueva del Templo. Estos escalones son empinados y están pintados con los colores del arco iris, lo que hace que la subida sea icónica y visualmente impactante.
La subida es moderadamente exigente, sobre todo con el calor. Si estás razonablemente en forma, lo conseguirás en 10-20 minutos. Hay barandillas y puntos para hacer una pausa si necesitas un respiro.
No hay paradas de descanso oficiales, pero puedes hacer una pausa a lo largo del camino. Ten en cuenta la afluencia de gente, sobre todo en horas punta o en festivales.
Actualmente, el acceso requiere subir las escaleras, pero se está desarrollando una escalera mecánica (anunciada para 2024) para mejorar la accesibilidad. Por ahora, los pasos son la única opción.
Los escalones pueden resbalar cuando están mojados, por lo que es importante llevar calzado adecuado. Durante festivales como el Thaipusam, las escaleras están abarrotadas de gente, por lo que es necesario extremar la precaución y la paciencia.
Las escaleras se pintaron en 2018 como parte de un proyecto de embellecimiento. Además de ser visualmente impresionantes, los colores también representan la vitalidad cultural de Malasia y han aumentado la popularidad del sitio.
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